Artista nipona, que supo convertir sus traumas y alucinaciones en obras de arte.
Asegura que de pequeña su madre la sometia a observar a su padre manteniendo relaciones con geishas, para luego explicarselas sin omitir ningún detalle. Debido a estas experiencias, creció atemorizada y traumatizada y comenzó a tener alucionaciones tanto visuales como auditivas, además de depresión y algunas otras patologias.
Después de vivir muchos años en Estados Unidos, regresa a Japón, donde vive de forma voluntaria en un hospital psiquiatrico desde donde sigue creando y cosechando reconocimiento mundial.
Admiro a los seres que saben convertir su sufrimiento en algo positivo, en lugar de recrearse en sus vivencias negativas.
¡¡Chapeau!!